sábado, 7 de abril de 2018

Un acta falsificada



El contenido
No, no  voy a hablar aquí de la indecencia del máster de Cifuentes, menos aún del delirio de Puigdemont, y todavía menos del rifirrafe de las reinas. Los tres asuntos tapan lo más grave: la brecha social, cada vez más ancha y profunda, que hay entre los más ricos -los beneficiarios de la crisis-  y la mayoría de la población. Y eso no se soluciona con un cambio de presidenta de una Comunidad, con la independencia de otra Comunidad, con el buenhacer de los miembros de la Casa Real.

¡Menos teatro y más política! 


La forma
¡Ah! ¡Qué curioso! Doctores y catedráticos, periodistas y tertulianos, cuando se refieren a la inexistente acta de Cifuentes señalan tal documento con el determinante este o ese, e incluso acompañan tal nombre con un adjetivo en masculino. ¡Repasen ustedes la Ortografía de la RAE, por favor!

Un acta falsificada: carta mía enviada a El País
Mucho se habla y se escribe en estos días acerca del acta del máster de la señora Cifuentes. Es casi un lugar común oír y leer este acta, cuando lo correcto es esta acta, dado que si un nombre femenino comienza por a (o ha) tónica, como aula, hacha, acta, solo se ponen en masculino los determinantes el, un, algún ningún para evitar cacofonía. Por tanto, debe decirse esta acta. Y, por supuesto, evitar decir un acta falsificado, pues lo normativo sería un acta falsificada.



El sustantivo agua es de género femenino, pero tiene la particularidad de comenzar por /a/ tónica (la vocal tónica de una palabra es aquella en la que recae el acento de intensidad: [água]). Por razones de fonética histórica, este tipo de palabras seleccionan en singular la forma el del artículo, en lugar de la forma femenina normal la. Esta regla solo opera cuando el artículo antecede inmediatamente al sustantivo, de ahí que digamos el agua, el área, el hacha; pero si entre el artículo y el sustantivo se interpone otra palabra, la regla queda sin efecto, de ahí que digamos la misma agua, la extensa área, la afilada hacha. Puesto que estas palabras son femeninas, los adjetivos deben concordar siempre en femenino: el agua clara, el área extensa, el hacha afilada (y no el agua claro, el área extenso,el hacha afilado).

Por su parte, el indefinido una toma generalmente la forma un cuando antecede inmediatamente a sustantivos femeninos que comienzan por /a/ tónica: un área, un hacha, un águila (si bien no es incorrecto, aunque sí poco frecuente, utilizar la forma plena una: una área, una hacha, una águila). Asimismo, los indefinidos alguna y ninguna pueden adoptar en estos casos las formas apocopadas (algún alma, ningún alma) o mantener las formas plenas (alguna alma, ninguna alma).

Al tratarse de sustantivos femeninos, con los demostrativos este, ese, aquel o con cualquier otro adjetivo determinativo, como todo, mucho, poco, otro, etc., deben usarse las formas femeninas correspondientes: esta hacha, aquella misma arma, toda el agua, mucha hambre, etc. (y no este hacha, aquel mismo arma, todo el agua, mucho hambre, etc.)








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