lunes, 5 de marzo de 2018

Agua, agua, agua. El río Pusa, de Las Becerras al Mazo




Agua por todos los lados. Casi un milagro después de años de sequía y estiaje. Un espectáculo puro de tan natural, una seducción de intensa vida.

        

Agua por todos los lados,
                                      remansada, desbordada,
limpia y helada, cortante.
Agua al pie de alisos blancos, 
junto a fresnos, chopos, álamos.

Agua libre, juguetona,
intensa y libre, agua fértil,
que regatea sin prisas
o se despeña asombrada,
viajera sola en su río.

       Jesús Bermejo