domingo, 15 de abril de 2012

En las Tablas de Daimiel

Sábado de Gloria

Entramos en la Tablas por un sendero que bordeaba el parque e invitaba. En el camino, ibais las dos delante haciéndoos confidencias de hija y madre. A nuestra izquierda un cielo blanco y gris y el viento racheado que iluminaba el cañaveral, fornido y ágil por el agua que filtraban sus raíces. La laguna rizaba el viento de su agua y nosotros oíamos el campo.
Me sentí feliz siguiendo vuestra senda, vuestro rastro de suaves confidencias. Unas fotos, unas risas, un silencio, un momento de gozo y de frescura, y después una mesa para comer mientras hablamos.
Una suerte, ya lo creo, ver las Tablas con vosotras.

Jesús Bermejo: A Ana y Mariví  ( 7 de abril de 2012 )

  


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