martes, 11 de enero de 2011

Viaje a Sicilia





Fue un viaje organizado para profesores de mi instituto, y para los familiares y amigos que quisieran unirse al mismo, y se desarrolló a lo largo de una semana, en julio de 2005.
Un vuelo nocturno directo desde Madrid nos dejaba en Palermo al amanecer.


Por la ventanilla
se ve el alba clara
que en el cielo limpia
la noche cerrada.




Después de un día en la capital, seguimos ruta en un autobús, pasando por ciudades cuyos nombres retumbaban en nuestra memoria: Segesta, Selinunte, Agrigento, Siracusa, Ortigia, Acireale, Catania, Taormina, Cefalú, Messina...



En Segesta,
bajando del teatro,
un templo inacabado
de columnas dóricas
en medio del campo...
...Un templo inacabado
y, entre sus columnas,
el mar azul bañándolo.



Agua, tierra, mar y cielo, mercados, templos, ruinas, gentes diversas, misterio.


El mar de Sicilia.
Mares
celestes, grises, turquesas
azules, verdes, granates.
Mares de nombres rotundos,
nombres bellos y diáfanos,
Tirreno, Jónico, Mediterráneo,
bañando tierras muy fértiles
y secarrales escuálidos.


 

Impresionante y misterioso, el Etna se nos presenta en todo su esplendor.


Etna gris
Etna gigante
Etna de azufre
Etna de sangre.



De vuelta a Palermo, otro día de propina, un recorrido por su centro histórico y algunas sorpresas que surgían en el paseo.


Humildes barrios bombardeados
en la última guerra.
Palacetes e iglesias arrumbados,
tiestos y ropas tendidas.
La gente camina y mira
en este barrio de un alma
viva y frágil, pobre y cálida.
Mercado de Ballerò,
Un alma palermitana.


Sicilia, tierra muy codiciada a lo largo de la historia, por su situación estratégica en medio del Mediterráneo, ofrece al viajero innumerables muestras del paso de los más diversos pueblos: griegos, romanos, árabes, normandos, aragoneses, españoles. Todos nos sentíamos sorprendidos de la diversidad cultural que enriquece la identidad de la isla,; tanto, que nos parecía inaceptable y simplón preguntar por la consabida mafia, como si Sicilia y mafia fueran uno y lo mismo.



Sicilia, Etna, Palermo,
Agrigento, Siracusa,
Catania, Tirreno, Jónico,
nombres que retumban
en mi memoria escolar.
Con sus ruinas, sus templos
sus gente, sus afanes,
su mirada, el mar azul
y el cotidiano vivir.




  


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