miércoles, 12 de enero de 2011

Un blog desde Cuba: Generación Y


18 May 2008



Existe en Internet un blog llamado Generación Y, escrito por una mujer cubana de 32 años, que se ha hecho famoso en muy pocos meses. Ha sido galardonado con el premio Ortega y Gasset de la comunicación de este año. Su autora no pudo venir a recogerlo a Madrid; la administración cubana no se lo permitió.


Ayer introduje un comentario en dicho blog, comentario que traigo aquí:


“Querida Yoani:
Lo primero que quiero decirte, desde Madrid, es que me enteré de tu blog por El País hace ya bastantes meses. Desde entonces lo he leído a menudo.

Te felicito por el premio Ortega y Gasset; creo que te lo mereces, porque eres un símbolo de algo nuevo: En este mundo global, las fronteras ya no son lo que eran, afortunadamente. Hoy son más permeables, y las dictaduras no pueden controlar Internet y las nuevas tecnologías como controlan las fronteras físicas.
Tu blog simboliza lo nuevo en este aspecto, y también una rebeldía juvenil pasada por cierta ironía melancólica de alguien que estuvo fuera de Cuba y quiere vivir en su país, pero en una Cuba libre. Ésa es la clave del éxito de tu blog.
Que algunos te halagan para enfervorizar sus políticas...allá ellos. Que otros te mortifican desde el poder y desde el anonimato...pobrecitos. Las dictaduras caen, antes o después. Y la vuestra, perdón la que hay en vuestro país, ya hace mucho tiempo que perdió cualquier prestigio entre la gente ilustrada y progresista de Occidente.
Ánimo y "Hasta la victoria de la libertad en vuestro país", hasta que puedas tener tu pasaporte, decir lo que quieras, optar por la política que desees: eso, entre otras cosas, es la libertad.
Mucho ánimo, prudencia reflexiva y hasta el próximo post.”


Noticias sobre el blog Generación Y
El País. Mauricio Vicent
“No se considera disidente, aunque administra un blog contestatario en Cuba y es miembro del consejo de redacción de Consenso, una revista digital que crítica al Gobierno desde la izquierda. Yoani Sánchez, habanera, 32 años, se clasifica como "electrón libre" y parte de la Generación Y.
 "Nuestros padres nos pusieron nombres con y -Yanisleidi, Yoandri, Yusimí, Yuniesky-. La Generación Y nacimos en la Cuba de los setenta y ochenta, estamos marcados por el racionamiento, las escuelas en el campo, los muñequitos rusos, el paternalismo, las salidas ilegales, la frustración; debíamos haber sido el hombre nuevo, pero no lo fuimos...".
Creadora de un 'blog' contestatario, busca "abrir grietas" en el muro castrista
Comemos en El Aljibe, restaurante criollo que sirve pollo en salsa, arroz, frijoles, plátano frito y ensalada, a 10 euros el menú, aproximadamente la mitad del sueldo de un académico. "¡Imagínate! ¡Vengo aquí por primera vez!". Los frijoles negros le encantan, pero, confiesa, "no fue por nostalgia" que regresó a Cuba.
Su historia no es común. Está casada con el periodista Reynaldo Escobar, y su hijo Teo es un ciclón de 12 años. "La de mis padres fue la Generación del desencanto, la mía es la del cinismo y la de Teo trae la doble moral codificada genéticamente". Yoani estudió Filología Hispánica. "Éramos unos veinte en el aula. De aquel grupo quedamos en Cuba menos de la mitad.
Yoani y Teo también emigraron a Suiza, pero decidieron regresar. La vida fuera de Cuba fue más dura de lo que creían, y la reunificación con su esposo resultó imposible. "Pero volver fue un problema. Como las autoridades nos consideraban quedados sólo podíamos entrar de turistas". En un viaje familiar, hace tres años, rompió el pasaporte y se presentó en Inmigración. "Tremenda sorpresa cuando me dijeron: 'Pida el último en la cola de los que regresan".
En marzo, poco después de un plante de intelectuales conocido como la guerra de los e-mails, Yoani creó Generación Y, su blog. "Aquella protesta fue importante: por primera vez un dedo acusador señaló directamente al poder, y demostró que Internet era un soporte incontrolable". Generación Y comenzó como una "terapia personal", después de que no le resultaran "el silencio ni la evasión". "Hice yoga, practiqué taichi y hasta probé con el gimnasio, pero nada". Poco a poco, colgar en la Red sus "desencantadas viñetas de la realidad" se convirtió en una razón para existir, en un pequeño piolet "para tumbar los muros" y edificar el país en el que le gustaría vivir.
Pide una botella de ron Havana Club. En la etiqueta dice "Bienvenido a Cuba". "¡Compadre! ¡Cómo que bienvenido a Cuba, si ya estamos aquí!". Se confiesa pesimista. "Este sistema está agotado; ha demostrado su imposibilidad de proveernos si no de sueños, al menos de realidades concretas mínimamente reconfortantes".
Hace dos meses, Reuters la entrevistó y habló de su blog . Desde entonces, el sitio ha registrado medio millón de entradas y ha recibido cientos de mensajes. De momento no ha tenido problemas. "Si mañana me dicen que o dejo el blog o voy a la cárcel, lo dejaría... Pero inventaría otra cosa para seguir abriendo grietas al muro". Irse no es una opción, pues ya ha regresado: "La vida no está en otra parte, está en otra Cuba".


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