miércoles, 12 de enero de 2011

Antonio Muñoz Molina y La noche de los tiempos

20 de noviembre de 2009


 


Lo tengo en la mesilla de noche, recién comprado, casi mil páginas, esperándome para zambullirme en él este fin de semana, saboreándolo en cada página, disfrutando del esfuerzo que su autor ha hecho para que, después de unos años, quizá tengamos ante nosotros algo más que una novela sobre la guerra: una novela sobre la frontera entre la vida diaria y el desgarro repentino que sitúa a la gente en algo así como un mundo paralelo, cruel, ajeno y épico, trágico y desterrado. Eso es la guerra, la ruptura con todo lo cotidiano, el desamparo de no tener las riendas de nada, el enajenamiento, el miedo y la huida. Sí, estoy hablando de La noche de los tiempos, la nueva novela de Antonio Muñoz Molina.

Empecé a leer los libros de Antonio a finales de los ochenta. El primero Beltenebros, y poco después El invierno en Lisboa. Y ya seguí su huella, según iba publicando, desde El jinete polaco, así que fui deleitándome con Nada del otro mundo, El dueño del secreto, Ardor guerrero, Plenilunio, En ausencia de Blanca, Carlota Fainberg, Pura alegría, Córdoba de los Omeyas, Ventanas de Manhattan, Sefarad, El viento de la luna… y rescaté Beatus Ille, Diario del Nautilus y El Robinsón urbano.

Tengo dedicado su libro Ardor guerrero, pero lo que guardo como oro en paño es una breve carta suya, que respondía a una mía, en la que le felicitaba por su ingreso en la Academia. Por recato me callo y no revelo su contenido, pero puedo decir que en ella se resumen muy bien sus virtudes:
- Escritura que siempre busca al lector.
- Esfuerzo de renovación estilística.
- Conciencia ética de la vida.
- Cierto pudor que lo aleja del divismo.
- Constancia en la búsqueda la verdad con todas sus aristas.
Antonio:
Antes de comenzar a leer tu libro, quiero darte las gracias, por tu esfuerzo, por atreverte con este tema, por reivindicar, entre otros, a Galdós, a Borges, a Cervantes.


Gracias, porque con tu nuevo libro nos vas a dar la oportunidad de vivir, un poco, la aventura que tú has tenido escribiéndolo.

Gracias, porque aunque los lectores no tenemos la oportunidad que tienen los espectadores de música o teatro de ver a los artistas creando o reproduciendo su arte, si somos muchos miles los que acudimos a comprar tus libros y, al leerlos, casi como en secreto dialogamos contigo y con tus personajes. Esa es la esencia de la literatura, y más en concreto de la novela.

Gracias por escribir.

(Ya volveré otro día por aquí y contaré cómo me ha ido leyendo La noche de los tiempos)
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16 Dic 2009

Me faltan unas cien páginas para terminar la última novela de Antonio Muñoz Molina. Como me ha pillado en un tiempo de bastante trabajo y con diversos compromisos, voy robando tiempo del sueño para leerla, de tal manera que todos los días se enlazan como un bucle que siempre termina en la novela.

Ahora mismo estoy con el protagonista buscando al profesor alemán en el Madrid del otoño del 36, cuando Abel habla con Bergamín en la Alianza de Intelectuales. Preveo aún las mejores páginas en lo que está por venir, pero lo que ya llevo leído me parece que es de una fuerza excepcional. El tomo de mil páginas no me pesa nada cada noche cuando en la cama lo voy leyendo, y a veces me dan las dos y las tres y tengo que dejarlo porque al día siguiente tengo que levantarme a las siete.

Más adelante ya escribiré sobre mi lectura de esta novela. De momento, traigo aquí una dirección sobre la que puedes pinchar si quieres leer el primer capítulo de la novela La noche de los tiempos.



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